¿Por qué pica el eccema y la
afección inflamatoria crónica de la piel?
Aquí hablaremos principalmente del eccema. En el caso de los niños,
las manchas de afección inflamatoria crónica de la piel no
suelen picar o pican muy poco. ¿Por qué pica el eccema? Si tú
padeces un eccema, es posible que hayas transmitido involuntariamente a tu
hijo una afección cutánea atópica. En términos
claros, la barrera cutánea de tu hijo no está funcionando tan
bien como debería. La piel se vuelve más seca y está más
expuesta a infecciones y alérgenos. El resultado es la aparición
de manchas, zonas rojas y picores. Esto tiene un fuerte impacto en la
calidad de vida de tu hijo, y en la tuya, ya que puedes tener dificultades
para conciliar el sueño, bajo estado de ánimo, etc.
Ceder al picor (prurito) aumenta el número de lesiones y el riesgo de infección
secundaria. Alimenta la irritación que desencadena el deseo de rascarse de
nuevo y encierra al individuo en un círculo vicioso.
Cómo aliviar el picor
Calmar la piel de tu pequeño es esencial. Algunos pasos sencillos
pero útiles pueden ayudar. En primer lugar, no le prohíbas a
tu hijo que se rasque. Estos consejos suelen tener el efecto contrario en
los niños.
El frío alivia el picor. Ten a mano agua termal y un ventilador para
refrescar la piel.Masajear la piel
con guijarros lisos guardados en la nevera.
Cuando le pique la piel, anima a tu hijo a rascarse con otra cosa, como su
manta. Y si las ganas son realmente muy fuertes, tu hijo puede usar la
palma de la mano para frotar o golpear suavemente la piel. O bien, ¿por
qué no probar una rueda de masaje?
Por último, puedes intentar desviar la atención de tu hijo.
Jueguen, canten, bailen juntos... ¡lo que haga falta!
Evitar el picor: ¿qué beneficios tienen los emolientes?
La aplicación de un producto de cuidado emoliente ayuda a restablecer
la función de “barrera” de la piel de tu hijo y evita los picores.
Además de la eficacia de estas terapias, la aplicación del emoliente
puede convertirse en un verdadero momento de intercambio y de unión.
El momento adecuado para los emolientes
Lo ideal es aplicar la terapia por la noche, después del
lavado. E incluso si las lesiones desaparecen, repite la terapia
cuando el picor cese para espaciar los brotes de eccema.
Utilizar emolientes en todo el cuerpo
De la cabeza a los pies, masajear el emoliente en cada parte del
cuerpo, teniendo cuidado de evitar las manchas. ¿Y el
rostro? Aplicar el emoliente en pequeñas pinceladas, sin
olvidar la parte posterior de las orejas. Para los párpados,
la boca y las comisuras de los labios, utiliza las yemas de los
dedos.
Y para que la aplicación de los emolientes sea divertida,
¿por qué no utilizar nuestra canción infantil
sobre Coco, la catarina, y Leo, el leopardo?
ASESORAMIENTO
AMABLE Y EXPERTO
¿Y si tu hijo no puede quedarse
quieto?
No siempre es fácil que los niños
más pequeños se queden quietos mientras se hidratan. Eau
Thermale Avène te ayuda. Con 21 historias para no rascarse, podrás
seguir las aventuras diarias de Pikédoo y su “zema”. Es
una forma estupenda de ayudarte a aplicar emolientes en la piel de tu hijo
mientras lo mantienes tranquilo. Es un pequeño y sencillo extra que
te ayudará a entender mejor tus problemas de piel y a adoptar los hábitos
adecuados en el día a día... casi sin pensarlo.
Lo que hay que hacer
para evitar los picores
Debes aprovechar cualquier oportunidad para optimizar tu ritual de
cuidado de la piel. La prevención es la mejor manera de
combatir el picor.
Qué hacer y qué no hacer: Baña a tu hijo solo
una vez al día con agua tibia durante no más de 15
minutos. Utiliza solo productos de limpieza suaves y sin jabón.
Seca con palmaditas sin frotar. Intenta vestir a tu hijo con ropa
de algodón. Evita exponerlo a sustancias alergénicas
(cabello de animales, polvo, etc.).
Y para evitar que se rasque las lesiones, recórtale las uñas
con regularidad y enséñale a no tocarse las manchas
de eccema desde pequeño.
Nuestras soluciones para los
picores
Los productos de cuidado de la piel de Eau Thermale Avène
están diseñados para calmar la piel del bebé.